lunes, 16 de octubre de 2023

Origen del apellido Canino Veintemilla

RECAPITULACIÓN SOBRE LOS ORÍGENES DEL APELLIDO CANINO VEINTEMILLA EN GRAN CANARIA

 

Foto de El País

 

El hallazgo por parte de Juan Ramón García Torres de tres nuevos documentos resuelve las escasas dudas que nos quedaban al respecto del origen de los Canino Veintemilla de las  cumbres de Gran Canaria. La transcripción de los mismos se ha adaptado al castellano actual para facilitar su lectura. 


I

FRANCISCO CANINO VEINTEMILLA

N circa 1493 GÉNOVA

D 1559 LAS PALMAS

LAS PALMAS

 

ELVIRA HERNÁNDEZ

II

ANDRÉS JAÚREGUI

LAS PALMAS 

1567

FRANCISCA CANINO VEINTEMILLA

 

III

JUAN RODRÍGUEZ

 

MARÍA JÁUREGUI CANINO

N LAS PALMAS 1571

 

IV

JUAN RODRÍGUEZ CANINO

GÁLDAR 

1622

JUANA GONZÁLEZ

 

 

V

ANTONIO CANINO VENTIMIGLIA

N 1629 AGAETE

 

 










DOCUMENTO Nº 1

 

MUSEO CANARIO, ARCHIVO DE LA INQUISICIÓN   

Signatura ES 35001 AMC/INQ 261.004       Año 1665

LIMPIEZA DEL LICENCIADO DON ANTONIO CANINO VEINTIMILLA

 

Información realizada por el Comisario del Santo Oficio Sebastián Rodríguez Ferrer, por las villas de Guía, Gáldar y Agaete, para conocer la ascendencia del Licenciado Don Antonio Canino Veintimilla, abogado de la Real Audiencia.

La genealogía dada por el dicho Don Antonio Canino Veintimilla y ratificada por once testigos es la siguiente:

 

Antonio Canino Veintimilla, hijo de Juan Rodríguez Canino y Juana González de Aguilar. Abuelos paternos, Juan Rodríguez y María Canino, y maternos, Diego López y María González de Aguilar, todos vecinos de Acusa, jurisdicción de Gáldar.

Las testificaciones de los testigos se realizaron en las villas de Guía, Gáldar y Agaete. En Gáldar especifica que fueron entrevistados en el Convento de San Antonio de Gáldar. Los testigos fueron por orden de testificaciones:

1.     Roque Merino de Riberol y Zapata, beneficiado de la parroquia de Guía, de edad de 65 años.

2.     Salvador Manuel, labrador, vecino de la villa de Guía, de 90 años.

3.     Juan Quesada, de edad de 72 años.

4.     Fray Lucas de Quintana, religioso de la orden de San Francisco, de 68 años.

5.     Salvador Rodríguez Bruma, de edad de 80 años.  

6.     Pedro Gómez, alguacil eclesiástico de la villa de Guía, de más de 66 años.

7.     Domingo Rivero, vecino y natural de la villa de Guía, de edad de 107 años                                                                                  Este testigo por la mucha edad que tenía agrega, además de lo que los otros testigos habían declarado, lo siguiente “el dicho Juan Rodríguez (refiriéndose a Juan Rodríguez casado con María Canino), labrador y criador de mucha hacienda…”.

8.     El Capitán Alonso Imperial, vecino del lugar de Agaete y natural de Gáldar, de edad de 57 años.

9.     Úrsula de Troya, vecina de Agaete y natural de Gáldar, de edad de 82 años.

10.   Roque Macías, vecino de dicho lugar de Agaete, de edad de 70 años. 

11.  Blas Hernández, vecino de la villa de Guía. Y acerca de las preguntas generales de la ley, “dijo que es de edad de cien años poco más o menos y que fue casado con Isabel Rodríguez, parienta cercana del dicho Juan Rodríguez Canino, por cuya causa no se prosiguió el examen del susodicho en las demás preguntas del dicho interrogatorio”.

12.  Diego Ruiz de Herrera, vecino y natural de la villa de Gáldar, de 60 años.

13.  Juana de Quintana Miranda, viuda, vecina de Gáldar, de 80 años. 

Los testigos dicen todos, menos Blas Hernández, que no terminó de contestar las preguntas por ser pariente del solicitante, que María González, abuela materna del solicitante, era hermana de don Juan de Aguilar Carrascosa, natural de la villa de Gáldar, caballero del habito de Santiago y le vieron con él en estas villas con el hábito en el pecho y declararon también que José Espínola Canino, alguacil mayor del Santo Oficio era deudo cercano, como asimismo el padre fray Francisco Canino, calificador que fue de la Inquisición.

 

El comisario para más seguridad de la información testificada por los testigos, decreta que se busque por el beneficiado de la parroquia de Agaete, la partida de bautismo del dicho solicitante aportándola al expediente. donde se anota fielmente su transcripción que es la siguiente:

“Antonio hijo de Juan Rodríguez Canino y de Juana González su mujer fue bautizado según orden de la Santa Madre Iglesia en la parroquial de nuestra Señora de Lagaete por mí Marcos Verde Aguilar, cura de dicho lugar; fue su padrino Alonso Hernández vecino de Acusa en fe de verdad lo firmé de mi nombre, fecho a cuatro de agosto de mil y seiscientos y veinte y nueve años”. Marcos Verde de Aguilar

 

También mandó el dicho comisario, buscar la partida de matrimonio entre Diego López y María González, no encontrándose en dicha parroquia de Gáldar.

 

Finalmente, se reunieron los Señores Inquisidores del Santo Oficio y aprobaron la solicitud del dicho Licenciado Don Antonio Canino Veintimilla, abogado de la Real Audiencia, para entrar como abogado de presos del Santo Oficio de la Inquisición. 

 

DOCUMENTO Nº 2

 

TESTAMENTO DE ANTONIO CANINO VEINTIMILLA

 

ESCRIBANO JOSÉ GARCÍA. LEGAJO 1340.

 

A 13 de septiembre de 1669

 

 

“En el nombre de Dios y de su bendita madre la virgen María nuestra Señora concebida en gracia desde el primer instante de su ser Amén.

Sepan cuantos esta carta de testamento y ultima voluntad vieren como yo el Lcdo. Don Antonio Canino de Ventimilla, abogado de la Real Audiencia y de presos del Santo Oficio de la Inquisición de estas islas otorgo y conozco por esta dicha carta y digo que por cuanto al presente me hallo enfermo del cuerpo y sano de la voluntad y en todo mi juicio y entendimiento natural …”

“Ítem mando que luego que yo fallezca mi cuerpo se amortaje en el hábito de mi padre San Francisco y sea sepultado en el dicho convento de esta Ciudad en la Capilla Mayor de dicho convento donde fue enterrado Joseph Canino, Alguacil Mayor del Santo oficio, mi tío, por tocarme de derecho ...”

(…)

“Ítem mando que luego que yo fallezca se dé a Francisca Canino, mi sobrina, uno de los colchones grandes nuevos, dos sabanas para ayuda de ponerse en estado y el otro colchón y demás alhajas que quedaren en mi casa se las dejo a la dicha Claudina de Jauleguin por las buenas obras que me ha hecho y lo mucho que la he querido.”

(…)

 

“Y para cumplir y pagar este mi testamento y todo lo en él contenido dejo y nombro por mis albaceas testamentarios a los licenciados don Alonso de San Juan y Don Antonio de Carvajal presbíteros …”

“Y cumplido y pagado dicho mi testamento y lo que en él llevo declarado y por no tener como tengo herederos forzosos dejo e instituyo por mis universales herederos a Juan Rodríguez, mi hermano mayor en edad, y a Juan Rodríguez el mozo, y a Gregoria Canino [ lo añadieron entre renglones] todos mis hermanos para que tanto el uno como el otro gocen los bienes que quedaren cumplido mi testamento y los demás derechos que me tocaren y pertenecieren con la bendición de Dios y la mía que así es mi determinada voluntad.”

“…lo otorgo en las casas de mi morada en 13 de septiembre de 1669 años en presencia del presente escribano y testigos que lo son los Lcdos. don Alonso San Juan, don Antonio de Carvajal, Sebastián Díaz Cherinos, Juan Antonio de Céspedes y Antonio Rodrígues, vecinos de esta ciudad ...”

“Dijo que instituía juntamente con los dos sus hermanos por heredera a la dicha Gregoria Canino que se puso entre renglones”

“Ítem declaro más que luego que sea fallecido se les dé a los hijos e hijas de Francisca Canino a cada uno 50 reales para ayuda de su vestuario y esto sea por una vez.”

  Antonio Canino Ventimilla.   Pasó ante mí: Joseph García, escribano público.

 

DOCUMENTO Nº 3

 

MIGUEL CANINO: OBLIGACIÓN DE DEUDA

 

ESCRIBANO ANDRÉS ÁLVAREZ DE SILVA. LEGAJO 1460.  

 

A 14 de septiembre de 1703

 

 

“Sepan cuantos esta carta vieren como yo Miguel Canino, vecino del lugar de Tejeda, hijo legítimo y único heredero de Juan Rodríguez Canino el nuevo y de [Ynés] de Montesdeoca, difuntos, vecinos que fueron de dicho lugar de Tejeda, mayor que confieso ser de 25 años y no estar sujeto a tutela ni curaduría de alguno; Y así lo juro en forma de derecho = Digo que habiéndose seguido pleito ante la Real Justicia de esta isla por parte del licenciado don Antonio Salvago Osorio, presbítero, como capellán propietario de la capellanía que fundó doña Francisca de Castilla y Mujica sobre que los herederos del licenciado don Antonio Veintemilla Canino, abogado que fue de la Real Audiencia de estas islas (uno de los cuales fue el dicho Juan Rodríguez Canino, mi padre, hermano que fue del susodicho) le hiciesen reconocimiento de un censo de 300 ducados de principal que impuso sobre sus bienes don Joseph Canino Espínola, alguacil mayor que fue del Santo Oficio de la Inquisición de estas islas a favor de la dicha Doña Francisca de Castilla y Mujica, por escritura ante don Juan Baptista Argirofo Osorio, escribano público que fue de esta isla en 12 de agosto del año pasado de 1666 y haber sucedido en los bienes del dicho alguacil mayor el dicho licenciado Don Antonio Veintemilla como consta del testamento que el dicho don Antonio otorgó ante Joseph García,  escribano público que fue de esta isla, en 13 de septiembre del año pasado de 1669 […] proveído por el teniente [general de esta] isla se mandó que los dichos herederos del dicho don Antonio Veintemilla hiciesen reconocimiento de los dichos 300 ducados de censo y principal a favor de dicha capellanía como todo más largamente consta de los dichos autos que pasan ante Cristóbal Roteta, escribano publico de esta isla = Y conociendo yo el otorgante que es justo y debido en lo que está de mi parte asegure el dicho censo de 300 ducados de principal, respecto de que de la herencia del dicho don Antonio Veintemilla percibió el dicho mi padre, la tercera parte de un censo de 150  doblas de principal que se pagaba de unas tierras en Firgas al dicho don Joseph Canino, cuyos réditos de dicha tercera parte cobró el dicho mi padre desde la muerte del dicho don Antonio y yo desde la muerte del dicho mi padre, hasta que se redimieron las 50 doblas de la tercera parte del dicho censo de 150  doblas, la cual redención otorgó en mi nombre y por mí el Alférez Bartolomé Espino, vecino que fue de dicho lugar de Tejeda como mi curador [...] ? que era a favor de doña Luisa Antonia Trujillo y Figueroa, viuda del Sargento Mayor don Alonso Olivares Lazcano, ante don Lázaro Figueroa de Vargas, escribano público que fue de esta isla, en 9 de agosto del año pasado de 1688, como dueña y señora que era de las dichas tierras la dicha doña Luisa Antonia Trujillo y Figueroa [y el]  dicho mi curador [roto] me compró con ellas un pedazo de huerta en el lugar de Tejeda que estoy gozando y poseyendo.

(…)

“…fecha y otorgada en esta Ciudad de Canaria viernes 14 del mes de septiembre de 1703 años y los otorgantes a quienes yo el escribano publico doy fe conozco lo otorgaron así y lo firmó el dicho Lcdo. Don Antonio Salvago y por el dicho Miguel Canino porque dijo no saber un testigo siéndolo presentes Juan Baptista, Pascual Hernández y Joseph Suárez, vecinos y residentes en esta Ciudad”.

 

            Don Antonio Salvago Osorio      Por testigo Juan Bautista de [ roto e ilegible ]

                                                                       Ante mí: Manuel Álvarez de Silva

viernes, 6 de diciembre de 2013

HOY PROPONEMOS UN APASIONANTE PROYECTO DE LA MANO DE NUESTRO COMPAÑERO FANEQUE HERNÁNDEZ : PROYECTO ABENCHARA

PROYECTO ABENCHARA
Saludos a los lectores de Genealogías Canarias. Mi nombre, Faneque Hernández, les sonará después de haber publicado en las páginas de este blog durante el año 2013 algo más de veinte artículos genealógicos en los que doy un salto atrás en el tiempo de 500 años a través
de mis propios linajes, que son asimismo los de todos los canarios, hasta llegar a los tiempos de la transición entre el mundo indígena y la sociedad colonial. En algunos de ellos han podido comprobar cómo los cuadros genealógicos estaban presididos en la traviesa superior por una mujer llamada Juana Hernández, cuyo nombre vernáculo es el de Abenchara Chambeneguer, guayarmina de Canaria.
En la foto adjunta me pueden ver hace unos pocos años, en 2008, en el Alcázar de Córdoba junto a su imagen escultórica, imagen que forma parte de un magnífico mural en bronce obra del escultor palmero Facundo Fierro que conmemora la presencia de la reina de Canaria en el verano de 1482 en aquel castillo en el que iba a permanecer cautiva por espacio de un año. En mi opinión no hay nada que conmemorar, sino en todo caso que lamentar, pero si quieren conocer mejor mis argumentos los invito a leer la novela cuyo proyecto les estoy presentando.

Mi editor me plantea que podemos, experimentalmente, desarrollar dicho proyecto a través de Verkami, una web en español que promueve el micromecenazgo en la creación artística, es decir, la compra anticipada de obras en cuyo autor y proyecto se confía. Acepté de inmediato la propuesta, a pesar de mis evidentes limitaciones en las nuevas tecnologías, porque compruebo que este sistema permite la edición mixta, digital y en papel, de la novela, lo cual me resulta muy atractivo por mi aspiración de ser leído en otros países de habla hispana y, sobre todo, porque considero que es una forma directa de implicar a los lectores interesados en la Historia de Canarias haciendo que estos sean parte del proyecto de edición desde sus inicios.
Como autor, aclaro a los lectores y al propio editor que no hay ningún interés económico por mi parte en esta iniciativa. Mi única aspiración es, sencillamente, la de que la publicación de esta obra, como por suerte me ha ocurrido con las anteriores (esta sería la tercera de las publicadas) no me cueste dinero. Por este motivo nos proponemos el reto razonable de conseguir en 30 días pequeñas aportaciones de respaldo hasta alcanzar los 900 euros, cantidad con la que se completarían todos los gastos de una primera tirada en papel.
En la página www.verkami.com podrán conocer mejor el proyecto escribiendo en el recuadro en blanco que hay en la parte superior derecha la palabra: Abenchara. Una vez dentro, podrán leer una justificación del mismo, mi currículum bio-bibliográfico, el capítulo segundo de la novela titulado “El salto de las Maguadas” y la fundamentación del trabajo, también de mi autoría, porque he de reconocerles que más que una novela histórica es una historia novelada. Si les convence el proyecto podrán hacer un pago mediante tarjeta de crédito con todas las garantías de seguridad (como cuando compran un billete de tren o avión) por la cantidad de 10, 20 o 30 euros según requieran como compensación posterior solo la novela, una vez editada en enero próximo, o bien quieran añadir a la lista de envío las publicaciones de poesía histórica que tantas veces he citado a la largo de mis artículos genealógicos: La Reina de Canaria y Cantos de Mestizaje.
Con el ruego de difusión de este post en los círculos culturales y sociales, les saluda atentamente,
Faneque Hernández Bautista

jueves, 9 de mayo de 2013

CUANDO EL PATRIMONIO ES NEGOCIABLE Y LA HISTORIA SE VA AL CARAJO (CARTA ABIERTA)


Cuando  el  llamado conflicto Oasis  estalló en los medios de comunicación, muchos pensaron  que todo pasaba por las inconveniencias de dos grupos hoteleros de peso, Lopesan y Riu, tal fue así  que a la gran parte de la población  ni le importó  ni le atrajo, pues en los momentos en que vivimos  la preocupación del pueblo es sobrevivir  y no poner atención  en intereses de otros. He de confesar, que estúpido de mí, casi caigo en esa inobservancia si no llega a darse un  cúmulo de circunstancias y convertirse en un tema  insistente de  actualidad, pues el Oasis pasó a estar en los almuerzos, desayunos  y cenas.

Las declaraciones  del presidente del grupo Lopesan  se sucedían  en la RTVC y  en los informativos de la TVEC, sumándosele  una carta  editorial de casi cuatro hojas, creo recordar que en la Provincia, más un especial  sobre la zona  en un dominical. Todo ello me olió a quemado, pues tanto amor mata. Era inevitable  que ante tal defensa que se estaba haciendo  del lugar, de la historia  y de la  vegetación  uno se preguntara ¿Son verdaderos esos sentimientos? Inmediatamente salí del embeleso al recordar  aquella célebre frase de Marlon Brandon en el Padrino “ El negocio  y la familia  son como el aceite  y el agua, tienden a separarse” y me puse a hacer memoria  sobre cuantas actuaciones  en el plano cultural, de investigación histórica  o ecológica  se habían financiado en dicho lugar  por los defensores patrimoniales  salidos ex novo.  La conclusión fue la misma que la actuación, es decir, ninguna.

El olor a quemado cada vez era mayor, y no me refiero a los pinos de los altos de nuestras cumbres, que frente a las palmeras del Oasis, parecen no importarles a nadie  de los que ostentan los grupos privados de inversión, (He llegado a pensar  que la palmera es la especie de los  inversores, ¿Recuerdan  los carteles y palmerales  de la pista  desde el sur hasta  Las Palmas de Gran Canaria?) por lo que la segunda  pregunta  fue  ¿Qui prodest?.

Era evidente  que por lo que fuera,  don Eustasio López que sin quererlo se había convertido  en el padrino de las causas perdidas  en el patrimonio grancanario, la ironía  esa gran virtud, pero ¿a nadie más? La respuesta fue clara desde que abrió la boca el presidente  del cabildo, que se dio cuenta  tras estallar  el conflicto,  que el Oasis tiene  un valor identitario  impresionante. Parece ser  que para darse cuenta  solo le faltaba un empujón  acertado  y a tiempo. Ahora  ya comenzaban a  encajar las piezas y como historiador  que uno es, no sé porqué  me retrotraje a la Gran Canaria  de León  y Castillo, lo que me sirvió para  entender ciertos convencionalismos  políticos y económicos  que no pasan de moda  aunque  el sol haya  desaparecido miles  de veces  por el oeste desde que se crearon.

Entonces  el desconocimiento paso a convertirse en rabia  y dolor, rabia  y dolor que hoy confirma la noticia  publicada  en la Provincia  y que adjunto*, rabia y dolor  por la utilización de la Historia para el provecho personal. Rabia y dolor  porque la Historia  no sea como el Uranio que sólo pueda ser difundida  y declamada  por aquellos que saben interpretarla  y que la conocen  y no por personas  que ni la leen, ni la financian, ni la cultivan  y lo que es más sangrante, ni la conocen.

El Oasis de Maspalomas ha sido declarado Sitio de Interés Histórico, casi mejor  que hubiesen  declarado Sitio  o Nicho Ecológico Singular  y hubiesen estado más  acertados, pero tal denominación no la tenían a mano. El fundamento  es la estancia de Colón en su cuarto viaje para  hacer aguada,  fundamento que nos lo han vendido  como si Colón hubiese planeado la repoblación de América  desde ese bello lugar. Pues bien, para  conocimiento del respetable, lo que queda constatado  es que la expedición colombina  hizo una aguada  en Maspalomas, muchos testifican que en el Oasis otros  lo niegan, metro arriba  metro abajo, a nosotros  se nos plantean varias  dudas  que seguro que en el momento  de la  formación del expediente  no se tuvieron en cuenta  ni se pensó en ello.

 El primero es que posiblemente  el Oasis  en el que se desembarcó el 25 de mayo de 1502, no fuese  n i por asomo  el palmeral antropizado que tenemos  en la actualidad, con lo que sin perder su valor natural carece de todo sentido histórico.  En segundo lugar porque  en una escala de aguada,  generalmente  los almirantes  y segundos jamás  dejaban sus navíos, ya que los aprovisionamientos estaban a cargo  de sus contramaestres  y encargados de pañoles. No negamos con ello el paso de la expedición colombina  por nuestra isla, Dios nos asista, lo que no tenemos  tan claro es que Colon se dignase a bajar de la nave capitana a cargar  pipas de agua y leña de tarajal en las  barcazas, con lo que más que  un monumento al Almirante de la Mar Océana, debería  existir  un recuerdo al marinero anónimo  que hizo posible la expedición, pero eso es harina de otro costal.

Con todo,  la pregunta  es la siguiente, ¿es suficiente  la hipotética  visita de un personaje  histórico  para  la declaración que se ha hecho?¿Podemos  declarar el barranco de Tirajana SIH  por la visita  de Verne? ¿Y Guayadeque  por Verneau?  ¿La Isleta con el gran Torriani?  A nuestro juicio  todos ellos fueron  grandes  en sus campos  respectivos  y éstos si que  pisaron tierra  y trabajaron en ella.  Sin embargo eso  no importa, no hay intereses, por otro lado implicaría  que la isla toda  estaría  protegida  y eso sería  imposible ya que viviríamos en un museo  en el que no se podría cambiar ni un aplique. Es por eso  que se descarta  todo  ello ( hagan propuestas  a ver si aceptan alguna)  y se centran en la de Colón   que a miradas  del mundo da más caché  y  por otro lado  no es lo mismo  Maspalomas  que Cueva Bermeja ( Guayadeque, señor Bravo )

De todas formas, aquí  lo que urgía  era la formación de un expediente  que bloquease  toda actividad  reformadora y jurídica,  no porque  Colón hubiese  estado o no, que sinceramente  eso a ninguno de ellos le importa, y debatirlo sería crear un velo de humo. Lo que verdaderamente  estaba justificado  era una actuación en el límite costero  que  Colón  debió  pisar  para llegar al palmeral y que curiosamente no está protegido por el SIH ( léase con tono irónico) y que a buen seguro ya estaba pensada y calculada  cuando los planes de la cadena Riu  comenzaron a desentonar con la maqueta original .

El olor a quemado  se disipa, los quemados  ahora  somos nosotros que nos toman  por idiotas, manejables y zoquetes utilizando el patrimonio, o su buen nombre para elaborar planteamientos económicos  que nunca, jamás, revertirán en la noble ciencia de la Historia, sino que la mancillan  y actúan de  manera contraria, al utilizarla como si de plastilina  se tratara  moldeándola al gusto  y lo que es peor, haciéndonos  creer  que son buenos  cuando no legítimos artesanos.

Al señor presidente del cabildo  visto su alto grado de aceptación a las preocupaciones  populares sobre el patrimonio,  quisiera  recordarle que en Maspalomas, no en la Charca, sino más arriba  en las llanuras  que se extienden desde Playa  del Ingles  hasta  el Campo Internacional se libró   en 1685 una feroz  batalla entre tropas invasoras francesas  y las  milicias canarias  de Agüimes, Telde  y Tirajana. En ella  los milicianos  ganaron la  refriega  conservando  sus bienes  y familias no sin pagar  un alto precio en vidas  y derramamiento de sangre. Reto al señor Bravo de Laguna  que nombre toda esa zona  como S.I.H, que mas merecido  lo tiene  que la anterior, no quiero frentes marítimos  ni nuevos  boulevards o tiendas, solo inversión y respeto  por  la Historia  y por el ciudadano de pié  que aunque usted no lo cree, piensa  y camina.

Al señor López pedirle  que dentro de éste súbito  interés por la arqueología histórica o la Historia moderna aproveche  y en vez de apadrinar palmeras y hoteles, actividad muy loable por otra parte, se haga mecenas de la Facultad de Ciencias Históricas de la ULPGC  que seguro  que con su ayuda  podremos  proteger mas zonas  de una urbanización atroz  y avanzar  en la investigación, favor del que quedará profundamente  agradecida  toda  la isla, que quiera o  no ya son más que los  que están en  el Oasis en  la actualidad
Atentamente un Historiador que tendrá que dedicarse a hotelero o a político, por eso del empleo desleal.
Francisco Alemán González